jueves, 31 de agosto de 2017

LOS PRIMEROS BAJOS

El bajo tal y como se le conoce hoy es un instrumento muy joven, pero sus orígenes se remontan en realidad muy atrás en el tiempo. Frente a los –aproximadamente- 60 años de edad del bajo eléctrico, su más directo antecesor, el contrabajo cuenta con más de 500.


Sin embargo hay algunas evidencias de la existencia de instrumentos parecidos al actual contrabajo en el Siglo XV, y la ilustración más antigua conocida de uno de estos instrumentos data de 1516, un instrumento de la familia de la viola, con trastes de tripa y dimensiones ligeramente más reducidas que el contrabajo actual. La mayoría de estas “Viola-bajos” o violones disponían normalmente de seis cuerdas (aunque eran también comunes los bajos de tres cuerdas), usaban diferentes afinaciones y eran de dimensiones variables, desde el tamaño aproximado del cello actual hasta mucho más grandes que el contrabajo
Cuando, en 1951 Leo Fender presentó su Precission Bass no sólo pretendía ofrecer a los contrabajistas un instrumento portátil para facilitarles el transporte, sino también –y sobre todo- ofrecer a los guitarristas (quienes estaban perdiendo rápidamente sus trabajos en las orquestas debido a la rápida disminución de los miembros de las mismas) un instrumento que les permitiera tocar el bajo con la técnica de la guitarra, redoblando de esta manera sus oportunidades de encontrar trabajo. La solución de Fender, que no era músico, pero que siempre había escuchado los problemas de los músicos, consistió en un modelo agrandado de su guitarra Telecaster, con cuerpo de fresno y mástil de arce atornillado. El principal problema que encontró fue encontrar una longitud de escala adecuada para el mástil de su nuevo instrumento, y tras muchos experimentos, adoptó la medida que aún hoy permanece como estándar, esto es, 34 pulgadas. El nombre del instrumento, “Bajo de precisión” fue debido, al menos en parte, a los trastes que incorporaba, que eliminaban los problemas de entonación tan frecuentes en los contrabajistas y -sobre todo- en los guitarristas no habituados al contrabajo.
El bajo ha evolucionado desde   el primero  con 4 cuerdas, hasta el bajo sin trastes, también creación del mismo Clerence Leo Fender, el cual vio la luz   por primera vez  en el año 1970, hasta los de 5 y 6 cuerdas,  creación del actual bajista en el jazz Anthony Jackson. En la actualidad existen bajos eléctricos de 7 y 12 cuerdas.  No podemos dejar de mencionar también el contrabajo eléctrico o “Baby bass”, muy usado en el género musical salsa, desarrollado por el  contrabajista puertorriqueño Baby Rodríguez.

Rickenbacker fue la primera firma que aplicó a los bajos el concepto de construcción neck-though-body.
Este sistema, consiste en que el mástil y la sección central del cuerpo, así como la sección central del clavijero, son una única pieza, a la que más tarde se han encolado las alas que completan el cuerpo y las que completan el clavijero.
Este sistema ya había sido experimentado en guitarras eléctricas, pero este es el primer modelo de bajo que aparece con estas características de construcción.
Fender nunca construyó bajos de este tipo, sin embargo, la célebre marca “Alembic”, lo haría unos años más tarde.
El Rickenbacker 4001 tenía dos pastillas simples, pasivas, naturalmente, y disponía de dos salidas de Jack, lo que permitía amplificarlas de forma independiente, enviando cada salida a un amplificador diferente, o las dos juntas con un solo cable. Una especie de Cross Over (divisor de frecuencias) natural. Hoy día, este tipo de prestaciones no son necesarias, ya que existen amplificadores con Cross Over que permiten seleccionar el corte de frecuencias a partir del cual, las frecuencias bajas se enviarán al altavoz de graves (normalmente un altavoz de 15 pulgadas), y las medias al los altavoces de medios (normalmente dos o cuatro altavoces de 10 u 8 pulgadas)

Pero tal vez la aportación más importante de Rickenbacker fue su particular sonido, que puede oírse en grupos como Yes, Motorhead, algunos discos de Génesis, Rush o The Beatles, o en la época de John Wetton con King Crimson.
El tipo de maderas brillantes utilizadas en la construcción, una escala (largo de las cuerdas) algo más corta, y el tipo de pastillas, dan al Rickenbecker un sonido totalmente característico, que no se confunde ni se parece al de ningún otro bajo.


Hoy día, existen multitud de marcas, con precios y prestaciones muy variadas, y no siempre lo más caro es lo mejor.
Por ejemplo, en el caso de Fender, cuya patente se vendió en 1972 a CBS, la calidad fue bajando progresivamente, hasta convertirse en un instrumento de serie, nada superior a otras marcas incluso más baratas.
La entrada en el mercado de empresas japonesas, comportaría una bajada de precios y de calidad, pero pronto, el espacio que quedó vacío, sería llenado por otras marcas que, aún a costa de tener que subir los precios, buscarían una mejora en la calidad.


Nota: Precision
Al crear el bajo a partir de la guitarra, nos encontramos con un instrumento con trastes, de afinación mucho más “precisa”, y de ahí el nombre “Precision”.
Esto, dicho sea de paso, debería servirnos de referencia en cuanto al origen de nuestro instrumento, ya que muchas veces, sin pensar demasiado, nos asociamos con la familia del contrabajo, mientras en realidad, pertenecemos a la de la guitarra.

Nota: Guitarra Baja
El contrabajo y la guitarra tienen un concepto de construcción anatómicamente diferente, y por tanto, una técnica de ejecución completamente distinta. La técnica de los bajistas es, básicamente, la de la guitarra. ¿A que a nadie se le ocurriría llamar a un bajo: “contrabajo eléctrico”?, mientras “Guitarra Baja”, es un nombre que describe el instrumento a la perfección. 

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